Tratar las quemaduras es un asunto de suma importancia en la práctica médica. En España, cada día acuden 18 personas a los servicios de urgencias por estas lesiones y 1 de cada 5 cinco requiere hospitalización. La causa mas frecuente es la llama en un accidente doméstico o laboral.
¿Cómo tratar las quemaduras?
Este tipo de lesión puede ser producido por diversos agentes nocivos. Al tratar las quemaduras, hay que considerar la causa, la ubicación, la extensión y la presencia de complicaciones. Un aspecto muy importante es prevenir sus secuelas estéticas y funcionales.
Tipos de quemadura
Las características de cada lesión y las circunstancias bajo las que se produjo pueden variar enormemente y determinan los tipos de quemaduras. En la mayoría de los casos pueden ser tratadas en casa; en los casos mas graves, es preciso ingresar al paciente en una unidad de quemados críticos.
Causas
El calor es el factor que con más frecuencia ocasiona las quemaduras. La fuente puede ser una llama, vapor u objetos a altas temperaturas. Pero hay otras causas de quemaduras.
- El frío.
- El sol.
- Los productos corrosivos.
- La electricidad, que afecta a órganos internos además de la piel.
- Las radiaciones ionizantes.
- La fricción.
El grado
Las lesiones cutáneas de cualquier etiología pueden tener una profundidad variable. Se habla entonces de grados de quemaduras en la piel, que son de suma importancia para decidir el tratamiento.
- De primer grado: Es leve y se ve afectada únicamente la epidermis.
- Segundo grado: Lesiona la epidermis y la dermis.
- De tercer grado: Llega hasta la capa de grasa subcutánea.
La extensión
La regla de los 9 de Wallace es una forma práctica de estimar la superficie corporal quemada. Constituye una guía para calcular la reposición de líquidos necesaria al tratar las quemaduras. Cada área del cuerpo tiene un porcentaje asignado.
- Cabeza, 9 %.
- Tórax: 18 %, 9 % para cada región, anterior y posterior.
- Abdomen, 18 %, 9 % para cada región, anterior y lumbar.
- Miembros superiores: 9 % cada uno.
- Miembros inferiores: 18 % cada uno, incluyendo los glúteos.
- Palmas de las manos y zona genital, el 1 %.
Síntomas
Los síntomas de las quemaduras se relacionan con el grado de destrucción tisular. En los casos graves pueden aparecer después de un par de días.
- Primer grado: Enrojecimiento y dolor leve.
- Segundo grado: Hay edema y la piel está roja o blanca. Se presentan ampollas y el dolor es intenso.
- Tercer grado: La zona se torna negra o marrón y está engrosada o endurecida. Si se han destruido las terminaciones nerviosas superficiales, aparece entumecimiento.
Las quemaduras y su tratamiento
Las quemaduras graves constituyen una urgencia sanitaria. Es fundamental tener presente que los primeros 90 minutos son decisivos para el pronóstico de las quemaduras graves. La severidad de las lesiones depende del grado, la extensión y la presencia de complicaciones.
Las quemaduras eléctricas suelen ser motivo de hospitalización por las lesiones internas que se presentan con frecuencia. Cualquier tipo de lesión en pies, manos, cara, zona genital y glúteos se considera de gravedad debido a las posibles secuelas funcionales.
La mayoría de las quemaduras leves sanan en un par de semanas y solo requieren cuidados en la lesión, tales como desinfección de la zona y cambio diario del apósito.
Las quemaduras y su tratamiento pueden requerir complejos cuidados que se han desarrollado con la investigación en enfermería. Los objetivos son controlar el dolor, eliminar el tejido necrosado, limitar las cicatrices por sus secuelas y prevenir las complicaciones. Las medidas más importantes son las siguientes.
- Medicamentos analgésicos y antiinflamatorios.
- Antibióticos.
- Hidratación parenteral.
- Apósitos y vendajes.
- Desbridamiento.
- Injertos cutáneos.
- Refuerzo del toxoide tetánico.
- Fisioterapia.
- Atención psicológica para aceptar las secuelas.
Al tratar las quemaduras, es esencial desbridar precozmente y de forma sistemática. Este procedimiento evita que la escara libere sustancias que activan la inflamación y tienen efecto inmunosupresor. Además, el tejido necrosado es una puerta de entrada para la infección.
El gran quemado
Estos casos se caracterizan por quemaduras de una extensión y profundidad tales que comprometen el funcionamiento orgánico. El tratamiento requiere medidas extraordinarias en un centro especializado y tiene un elevado coste sanitario.
La quemadura pasa a un segundo plano frente a la aparición de complicaciones con una elevada tasa de mortalidad. Son causadas por la hipovolemia inicial y por liberación de citoquinas desde los tejidos lesionados.
- Cardiovasculares.
- Respiratorias.
- Gastrointestinales.
- Renales.
- Sepsis.
Curar las quemaduras infectadas y, mejor incluso, prevenir la infección es otra medida básica. Es esencial mantener una escrupulosa asepsia, así como utilizar apósitos y antimicrobianos tópicos. En las lesiones con exudado abundante hay que aplicar apósitos hidrocoloides con gran poder de absorción para mantener la herida lo más seca posible.
Hay que tener presente que la vía de entrada de los microorganismos son las quemaduras. Entre los más relevantes se encuentran estafilococos, enterobacterias, pseudomonas y enterococos.
Los recursos necesarios para tratar las quemaduras son numerosos, pues se ven involucrados procesos patológicos de gran complejidad. Lo más importante, sin duda, es la prevención.