La UCI neonatal es una de las partes esenciales de cualquier hospital. A continuación, se comentan cuáles son sus características y funciones principales.
¿Qué es una UCI neonatal?
A la hora de definir que es una UCI neonatal es importante tener en cuenta su importante funcionalidad. Se utiliza para los bebés nacidos de forma prematura que exigen cuidados extremos tras el parto. Atiende a bebés que tienen entre 38 y 42 semanas de gestación. Suelen permanecer en ella hasta que cumplen 28 días de vida.
En un gran número de ocasiones, el ingreso se debe a enfermedades congénitas o a complicaciones durante el parto. Todo dependerá de cada caso particular y del tratamiento correspondiente.
¿Cuáles son los cuidados en una UCI neonatal?
Prácticamente, los mismos que en una UCI estándar. Pueden resumirse en el siguiente listado:
- La hipotermia terapéutica.
- Una terapia de neuroprotección para los bebés con problemas de oxígeno al nacer.
- La diálisis renal.
- La ventilación mecánica no invasiva, invasiva, convencional, de alta frecuencia y óxido nítrico.
Los criterios de alta de una UCI neonatal
A la hora de dar el alta al bebé hay una serie de criterios UCI neonatal que ahora se exponen.
La regulación de la temperatura
Se comprueba la capacidad del bebé para controlar su temperatura de manera natural. La estabilidad térmica se comprueba revisando:
- La EG
- El peso del bebé
- La edad posnatal
El paso a cuna abierta lleva a revisar cuándo está el bebé listo para abandonar la incubadora. El siguiente paso es situar al bebé en un entorno térmico neutro y posteriormente de menor temperatura. Se busca con esta práctica el comprobar si el cuerpo del bebé tiene la capacidad de generar calor.
El bebé pasa de la incubadora a la cuna cuando alcanza 1,7 o 1,8 kilogramos de peso. Se concede el alta cuando el bebé alcanza una temperatura de 36 o 37 grados en un entorno de entre 20 o 25 grados.
Capacidad para alimentación oral
La lactancia materna incide en la bajada de probabilidades de contraer una sepsis. Igualmente, mejora el desarrollo neuronal. La tolerancia a este alimento es el primer paso hacia la alimentación enteral.
En primer lugar, el bebé debe recibir leche materna natural y posteriormente de una donante fortificada. Los suplementos deben incluir vitaminas, minerales y proteínas. Se debe tratar con estos a los bebés que pesan menos de 1,5 kilogramos.
La transición hacia la alimentación oral
Los bebes neonatos deben tener la capacidad de succionar del pecho o de una tetina. Además, se comprueba que la alimentación por sonda nasográstrica sea correcta. El tiempo de adaptación dependerá de:
- Su EPM.
- La coordinación de la deglución y de la succión.
- Distintas comorbilidades.
Es imprescindible realizar una valoración personalizada de cada caso. Ha de analizarse el funcionamiento de la boca, la faringe y el esófago en combinación con la respiración. El objetivo es determinar la presencia o ausencia de los componentes de succión. También se comprueba el ritmo respiratorio.
El horario de cada toma
Debe recordarse que al inicio del siglo XX se separaba al bebé de la madre y se le alimentaba cada tres o cuatro horas. Superada esta etapa, lo habitual es que la toma se realice en la actualidad dependiendo de lo que demande el bebé. Asimismo, se valora su tolerancia y su capacidad de succión.
De esta manera, se evitan los casos de hipoglucemia que podrían comprometer el desarrollo neuronal. De hecho, se prefiere que el paciente se alimente directamente de la madre lo antes posible. Esta última medida no incide en el tiempo de permanencia en la UCI de neonatos.
La capacidad para respirar
Se comprueba la estabilidad respiratoria. El bebé se coloca en supino y se comprueba, a partir de las 32 semanas, si respira correctamente. Así se evita:
- La muerte súbita.
- La apnea del bebé prematuro. Los valores son de entre 10 y 20 segundos acompañados de bradicardia y menos de 80 lpm de frecuencia cardíaca. Se revisa que la SatO2 sea inferior a 80 %.
Tras comprobarse que la apnea ha desaparecido, se propone el alta.
¿Cuáles son los protocolos de enfermeria en UCI neonatal?
En un hospital, los protocolos de enfermeria en UCI neonatal, son los siguientes:
- La comprobación de las señales vitales.
- La elevación, de 30 o 45 grados, de la cabecera de la cuna.
- La permeabilización de los catéteres: umbilical, de acceso venoso, de flebotomía y PICC.
- Controlar la rueda del sensor de oximetría entre MMSS y MMII.
- La higiene corporal, ocular, perineal y oral del bebé.
- El cambio de posición.
- El cuidado del coto umbilical.
- El cambio de ropa.
- La observación de la cánula orotraqueal.
- El control de la dieta.
- Mantener el confort y el ambiente térmico neutro.
Así, la UCI neonatal sigue siendo imprescindible para garantizar la calidad de vida de un bebé prematuro.