¿Sabías que la falta de sueño se ha convertido en una auténtica epidemia global en los últimos años? Un problema que ya afecta a la salud y a la calidad de vida de casi el 50% de la población del planeta.
Mientras estamos durmiendo el cuerpo trabaja para mantener en condiciones óptimas tanto nuestra salud física como mental. Nuestro cerebro se prepara para el día siguiente y crea nuevos caminos para favorecer el aprendizaje y el almacenamiento de la información. Por eso, la manera en la que nos sentimos al despertar depende en gran medida de cómo hayamos dormido.
El problema es que, cuando esta situación se prolonga, los efectos de la falta de sueño en el cerebro pueden desencadenar problemas crónicos, llegando incluso a afectar a nuestra capacidad de reacción, de razonamiento y de concentración, influyendo tanto en nuestra productividad en el trabajo como en nuestras relaciones con los demás.
Debido a ello, puede que tengas dificultades para solucionar problemas, tomar decisiones, controlar tus emociones o recordar cosas, haciendo que cometas más errores. Pero además, diversos estudios han demostrado que el déficit del sueño está relacionado con una mayor tasa de suicidios, depresión y comportamientos temerarios.
En este artículo te explicamos qué produce la falta de sueño, qué provoca y qué consecuencias puede tener tanto a nivel físico como mental.
¿Cuál es la causa de la falta de sueño?
La falta de sueño puede tener causas muy diversas. Principalmente pueden ser médicas o externas:
- Las médicas están relacionadas con enfermedades psiquiátricas, hormonales, metabólicas, neuronales, digestivas, reumatológicas y cardiovasculares.
- Las externas tienen que ver con el abuso de ciertas sustancias y medicamentos, malos hábitos de sueño, viajes frecuentes de larga distancias, trabajo por turnos, etc.
Síntomas de la falta de sueño
Cuando una persona tiene falta de sueño, los síntomas más habituales son la falta de energía física, los problemas de concentración y los cambios de comportamiento.
Pero algunas personas también pueden sufrir algunos de estos síntomas:
- Problemas de mala memoria
- Dolores de cabeza
- Irritabilidad
- Depresión
- Mareos
- Aumento del apetito
- Mal aspecto de la piel
- Dificultad para recuperarse después de una sesión de ejercicio
Efectos de la falta de sueño
El principal efecto de la falta de sueño es la falta de atención y concentración. Pero cuando el problema se cronifica en tiempo, puede tener efectos más severos como la ansiedad o la depresión, influyendo en todos los ámbitos de la vida diaria, tanto a nivel laboral como social.
Además, en el caso de los niños, puede ser especialmente preocupante, ya que puede derivar en problemas de atención, cambios de humor, estrés, malos comportamientos y en bajas calificaciones en el colegio. Incluso pueden tener problemas para relacionarse con otras personas.
1. Capacidad cognitiva limitada
La pérdida de sueño afecta considerablemente a nuestra capacidad para aprender y concentrarnos, y dificulta la recuperación de la memoria a corto plazo. Pero además, en personas mayores, cuando el problema se vuelve crónico pueden producirse cambios estructurales en el cerebro y en la memoria a largo plazo.
2. Efectos en la salud mental
Uno de los efectos más evidentes de la falta de sueño son las consecuencias psicológicas que tiene sobre nuestra salud mental. Dormir poco puede desencadenar una gran variedad de trastornos psicológicos, como ansiedad o depresión. Pero además, puede generarse un círculo vicioso, ya que los problemas mentales pueden agravar los problemas de sueño.
3. Menor rendimiento físico
Dormir bien es fundamental para que nuestro organismo funcione correctamente. Mientras dormimos, nuestro cuerpo aprovecha para regenerar los tejidos y si no descansamos adecuadamente, no rendiremos de la misma forma.
4. Cambios en los ciclos del sueño
La falta de sueño provoca cambios en nuestro reloj cerebral, que es el que se encarga de regular los ciclos del sueño. ¿No te pasa que cuando ya tienes un horario hecho te despiertas incluso unos minutos antes de que sueñe el despertador? Esto ocurre porque nuestro cerebro ya aprendido cuáles son las horas del sueño. Un problema de insomnio crónico hace que nuestro cerebro desaprenda cuál es el patrón normal del sueño.
Enfermedades por falta de sueño
La falta de sueño también puede afectar a nuestro sistema inmunitario. Por eso, las posibilidades de enfermar por contacto con algún virus son mayores en aquellas personas que no disfrutan de un descanso de calidad o que no duermen lo suficiente. Y no sólo eso, sino que también influye en el tiempo requerido para recuperarse.
Mientras dormimos, nuestro sistema inmunitario libera proteínas conocidas como citocinas, que promueven el sueño. La falta de sueño puede reducir la producción de estas citocinas protectoras y de las células y anticuerpos que se encargan de combatir las infecciones.
Pero además, a largo plazo, aumentan los riesgos de sufrir enfermedades como la diabetes, obesidad y cardiopatías.
Con lo cual, para fortalecer nuestro sistema inmunitario y gozar de buen estado de salud, es recomendable que los adultos duerman entre 6 y 8 horas y los niños unas 10 horas. Además, es importante que durmamos sin interrupciones para que el sueño sea más efectivo y que sea lo suficientemente profundo para que ayude a restaurar nuestro cuerpo y nuestro cerebro.
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