El paciente terminal exige una serie de cuidados concretos que han de ser facilitados por el profesional de enfermería. Repasemos sus funciones más importantes.
Principales cuidados de un paciente terminal
Como sabrás, se entiende por paciente terminal aquel que presenta las siguientes características:
- Padecer una enfermedad progresiva e incurable.
- Falta de respuesta ante el tratamiento recibido.
- Síntomas y problemas cambiantes provocados por distintos factores.
- Un pronóstico de vida inferior a seis meses.
En estas circunstancias especialmente delicadas, la atención de los profesionales de enfermería debe ser específica y abarcar tanto los cuidados físicos como el apoyo emocional.
Los cuidados físicos del paciente terminal
Es imprescindible llevar a cabo el control de los síntomas. El dolor es el más recurrente. Otros síntomas asociados, como la debilidad, son también corregibles. De no ser posible, conviene encontrar la mejor alternativa para que el paciente se adapte a su sintomatología.
Apoyo emocional al paciente terminal
Se debe buscar en todo momento la comodidad del paciente y generar el máximo bienestar posible. El objetivo es preservar la calidad de vida y la dignidad de la persona tratada. Asimismo, se debe valorar su capacidad para decidir respecto al proceso que está viviendo.
Cuidados de enfermería en pacientes oncológicos en fase terminal
Paciente terminal y enfermería son dos conceptos estrechamente ligados. Es imprescindible llevar a cabo una atención integral. Los familiares de pacientes con cáncer terminal también necesitan atención personalizada. Además, en la atención al paciente terminal, se deben seguir las siguientes pautas:
La higiene
Lo habitual es que un paciente terminal esté encamado. Es el enfermero o enfermera quien se encarga de su aseo. Para que el procedimiento sea correcto, debe asegurar:
- El respeto a la intimidad de la persona.
- Disponer de unas condiciones óptimas para que esté cómoda.
- Comenzar por limpiar los ojos con una gasa impregnada en suero salino. El aseo ha de ser completo, y se deben dejar los genitales para el final.
- Hidratar la piel con lociones específicas. Hay que comprobar que los labios y la boca no se resecan.
La comida
Debes verificar si la persona tolera los alimentos y evitar forzarla a que coma. En este último caso, se recomienda reducir la cantidad. La elección de alimentos que sean de su agrado suele ser eficaz. Tras la comida, hay que realizar el cepillado y el enjuague bucal.
La ayuda a la evacuación
La postración y la medicación provocan estreñimiento. Bajo prescripción médica, se pueden usar laxantes o enemas. En ocasiones, se presentan vómitos que pueden reducirse así:
- Instando al paciente a que respire hondo para evitar el vómito.
- Evitar olores demasiado fuertes durante las comidas.
- Colocar al paciente en decúbito lateral, si el médico lo permite, para evitar la aspiración durante el vómito.
Garantizar el descanso
Si bien el paciente terminal de cáncer puede estar sedado, no deben obviarse procedimientos como:
- El cambio de postura cada dos o tres horas. Ha de ejecutarse con movimientos suaves y revisando la estabilidad de la nueva postura.
- Los masajes suaves en las extremidades para que esté más confortable.
El control del dolor
Es el oncólogo quien decide cuál es el tratamiento analgésico correspondiente. Normalmente, se emplea una bomba de morfina que funciona automáticamente.
Sin embargo, hay momentos de conciencia en los que se aconseja hablar con el paciente. Cualquier tipo de molestia debería ser comprobada de inmediato. Las nuevas directrices indicadas por el especialista podrían normalizar el estado del paciente.
La fase agónica
En los días previos a la muerte del paciente, todos los implicados necesitan una atención permanente. Por ello, como auxiliar de enfermería deberás:
- Procurar la comodidad del paciente y de sus familiares.
- Repasar la estrategia terapéutica y valorar los resultados obtenidos.
- Controlar los síntomas que generan mayores molestias a la persona.
- Aumentar el apoyo emocional al paciente y a sus familiares.
Durante la agonía se presentan signos clínicos como la debilidad, la inconsciencia o la incapacidad de tomar la medicación. Redoblar el esfuerzo para paliar estos síntomas es fundamental.
Otros aspectos esenciales de atender a un paciente terminal
El TCAE, el oncólogo y el equipo de enfermería trabajan en común. La meta de su labor es lograr que el paciente afronte los últimos días de su vida sin molestias.
De todos modos, el profesional de enfermería no debe olvidar que empatizar con los familiares es imprescindible. Se encargará de estar en contacto directo con ellos y de aclararles cualquier duda.
Por otra parte, el personal enfermero debe conocer cuál es el lenguaje no verbal de los pacientes terminales. El mínimo cambio ha de ser notificado al oncólogo.
Por lo tanto, la labor de los enfermeros y enfermeras en el cuidado de un paciente terminal es de enorme importancia. Seguir el proceso arriba indicado conlleva el éxito de las medidas que se pongan en práctica. Empatizar y hacer más llevadero un momento tan duro es la consecuencia del esfuerzo y del trabajo bien hecho.