Reforzar el sistema inmunitario es sinónimo de ayudar al cuerpo a combatir las diferentes enfermedades, es decir, de darle las herramientas necesarias para evitar ponerse enfermo o que los contagios como los de la COVID-19 sean más graves. Un sistema inmunitario débil no tendrá defensas naturales y será más propenso a recibir patógenos.
Por qué evitar un sistema inmunitario débil
Aunque es importante hacerlo durante toda la vida, evitar las enfermedades del sistema inmunitario es clave en momentos de mayor tensión. Por ejemplo, cuando se presentan ocasiones especiales o si se está preparando una oposición.
A continuación, se dan algunas pautas sobre cómo fortalecer el sistema inmunitario de manera natural con unos consejos muy sencillos.
Cómo reforzar el sistema inmunitario de manera natural
Estos son algunos consejos para que los órganos del sistema inmunitario sigan funcionando a pleno rendimiento y así combatir las diferentes enfermedades y patógenos a los que se exponen las personas en su día a día.
Dormir lo suficiente
El sistema inmunitario depende en gran medida de que el cuerpo esté descansado. De hecho, está más que estudiado que aquellos que no duermen las horas suficientes son más propensos a enfermar. Este descanso no debe realizarse solo cuando ya se está enfermo, sino que es importante dormir las horas suficientes cada día:
- Adultos: 7 horas por noche.
- Adolescentes: de 8 a 10 horas por noche.
- Bebés y niños pequeños: hasta 14 horas por noche.
Comer más alimentos integrales
Al consumir frutas, verduras, frutos secos, semillas y legumbres se toman productos integrales de origen vegetal. Son muy ricos en antioxidantes y nutrientes, lo que supone una ventaja contra los patógenos que atacan a las defensas, además de reforzar los mecanismos de defensa del sistema inmunitario.
Un sistema inmunitario débil no tendrá defensas naturales
Consumir grasas saludables
No se debe olvidar en la dieta las grasas saludables que se encuentran en algunos pescados, como el salmón, o en el siempre recomendable aceite de oliva. Estos ayudan a reforzar el sistema inmunitario al aumentar la respuesta inmune del cuerpo ante los patógenos que lo atacan.
Lo que hacen estas grasas es reducir la inflamación crónica. Es el caso de los ácidos grasos Omega-3 (presentes en las semillas de chía y en el salmón). Por su parte, el consumo de aceite de oliva supone tener menor riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas.
Consumir alimentos fermentados y probióticos
Lo primero que hay que explicar es que los alimentos fermentados como el yogur, el kéfir o el kimchi, proporcionan al cuerpo bacterias beneficiosas (llamadas probióticos) para reforzar el sistema inmunitario. Los expertos aseguran que aquellos que los consumen de manera habitual cuentan en su intestino con un gran número de estas bacterias que ayudan al sistema inmunitario a distinguir los invasores dañinos de las células normales y sanas.
Si no se comen estos alimentos de manera habitual (por alergias o simplemente porque no son del gusto de las personas), siempre se puede incluir en la dieta algún suplemento probiótico recomendado por un profesional de la salud.
Evitar los azúcares añadidos
La obesidad aumenta el riesgo de contraer enfermedades. Por tanto, evitarla es básico para tener un sistema inmunitario fuerte. Los carbohidratos refinados o los azúcares añadidos favorecen el aumento de peso, por lo que si no se consumen se evitan enfermedades como la diabetes tipo 2, las coronarias o todas las que se relacionan con el sobrepeso.
Practicar ejercicio de manera habitual
El ejercicio moderado es un gran aliado para reforzar el sistema inmune. Por tanto, es recomendable salir a dar un paseo, nadar o practicar deportes de bajo impacto de manera habitual.
Beber agua para mantenerse hidratado
Aunque estar hidratado no protege de manera directa de contraer enfermedades, evitar la deshidratación es bueno para la salud en general. Por tanto, beber agua y otros líquidos a lo largo del día ayuda a fortalecer el sistema inmune.
La falta de líquidos en el cuerpo causa dolores de cabeza, además de dificultar la concentración, el rendimiento físico o empeorar el estado de ánimo. A su vez, puede perjudicar a la función renal y a la cardíaca. Como se puede entender, todo esto puede derivar en contraer enfermedades.
Controlar los niveles de estrés
Las personas que sufren estrés y ansiedad de manera habitual son más propensas a padecer enfermedades, ya que estos estados reducen la función del sistema inmunitario. Por eso, es muy importante aprender a controlarlos y canalizarlos a través de actividades como el ejercicio físico, el yoga o la meditación. Visitar a un terapeuta también es un buen medio para reforzar el sistema inmunitario.
Reforzar el sistema inmunitario en el día a día
Como se aprecia a través de los párrafos anteriores, reforzar el sistema inmunitario es algo que se consigue día a día. Los médicos y enfermeras de los centros de salud podrán ofrecer a cada persona pautas generales y más concretas según las particularidades de cada paciente. Merece la pena recordar que si el sistema inmunitario permanece fuerte es más complicado enfermar.